¿Las contraseñas, realmente controlan accesos?

Las claves o contraseñas, son estos dígitos de índole numéricos o alfanuméricos utilizados para autenticarnos (demostrar que somos nosotros mismos) y darnos acceso a algo, pudiendo este “algo” ser: un email, una red social, un celular, una computadora, una puerta, etc., respondiendo a la pregunta, SI, las contraseñas controlan accesos. Las contraseñas pueden ser desde algo tan simple como un PIN (4 números) hasta algo más complejo como una combinación entre números y letras convirtiéndolas en alfanuméricas. Muchas veces tendemos a utilizar elementos fáciles de recordar para que sea nuestro método de autenticación, tales como: fechas de nacimientos, nombres de personas, nombres de animales, comida favorita, números del 1 al 6, lugares favoritos, etc.

Dando pie a la pregunta del millón de dólares.

¿Son seguras las contraseñas?

Habitualmente hacemos malas prácticas con el uso de las contraseñas, empleando la misma para todo, para colmo de inseguridad, la guardamos en un archivo de texto y de nombre le ponemos “clave” para no olvidar donde la dejamos, pero éste además le informa al intruso dónde buscar. Podemos agregar signos como: %&$#, añadir mayúsculas, minúsculas y números a nuestra “robusta contraseña”, lo cual carece de sentido puesto que no estamos protegiendo lo que nos ayuda a resguardar nuestra vida digital.

En ocasiones tenemos la duda de  si por sí solas son seguras nuestras contraseñas, utilizando claves como: 1234, mi perro es azul o R4m0n32, pero esto no las convierte en seguras, para fortificarlas necesitamos otro factor de autenticación, así como lo define el Doctor en seguridad informática José Maria Alonso (Chema), quien  hace referencia a los siguientes factores para blindar nuestros datos: Lo que sabemos: pin + usuario, lo que tenemos: un token y lo que somos: dato biométrico o huella dactilar.

Haciendo uso de por lo menos dos de estos factores podemos decir que son seguras puesto que con acceso remoto pueden conseguir el pin y el usuario dado que no son al azar y se mantienen de manera fija, pero no así alguno de los demás factores. Tener la certeza de que solo una contraseña larga y extravagante es segura, es tener la certeza de que serás una potencial victima de un robo de identidad, y victima, es lo que no queremos ser.

Sean seguros, utilicen un segundo factor de autenticación para proteger su vida digital, no utilicen palabras de diccionario como: valle, ciudad, carretera, estas palabras con significado en algún idioma son las más vulnerables, nunca pero nunca las utilicen.

Publicado en: Bávaro News / El Tiempo

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